jueves, 9 de octubre de 2008

* PRUEBAS Y HOSPITALIZACIÓN




En todo el proceso, desde que acudes al médico, y ya está claro lo que hay (más o menos), se hace necesario precisar la magnitud del tumor, y su grado de malignidad, etc...
Relataré el orden en que a mí se me fueron realizando las pruebas.
Lo primero de todo fue la mamografía, donde ya se vió que el tumor no tenía muy buena pinta. Así mismo me lo dijo la doctora, y me indicó la necesidad de hacer una punción y una ecografía.
Me dirijo al ginecólogo, y me dice que solicita una biopsia con tru-cut, pero que la ecografía no es necesaria, puesto que la biopsia, es una prueba de alcance superior, y ya no es necesaria la ecografía.
Paso siguiente, la biopsia. Voy a un centro donde me practican la biopsia, y les llevo la mamografía. Como no llevo ecografía, me la hacen allí mismo.
Una observación, la biopsia, dicen que no tiene porque ser dolorosa; a mí me dolió un poquito, pero es un momento, y me tocó un médico tan charlatán (no paraba), que se hizo más llevadero.
Los resultados de la biopsia, me indican que tardarán unos 8 ó 9 días, y que ya me llamarán para recogerlos.
Entretanto, acudo a un ginecólogo especialista en patología mamaria, que me recomiendan. No dudo de la profesionalidad de los demás, que estoy segura que son todos buenísimos, pero me encuentro tan perdida que me dejo aconsejar.
El ginecólogo en cuestión, al que acudo con mi marido (la única persona de mi familia que conoce la situación), me dá de entrada muchísima confianza. Se trata de una persona educada, serena, de aquellas que te parece que no hacen ni un movimiento que no corresponda y que te contagia a tí de esa serenidad.
Observó la mamografía y su informe correspondiente, que era la única información de la que disponía hasta el momento.
Comprobó mi pecho, creo que la piel, ya que tiró de él y supuse que comprobaba el retorno de la piel. También miró las axilas y las zonas del cuello, imagino que observando los ganglios, y a primera vista le pareció que estaba todo bastante bien.
A partir de aquí, ya me dijo que la única opción era la cirugía y que tendríamos que hacer una serie de pruebas.
Gammagrafia osea. Creo recordar que aquí no era preciso el ayuno. Te inyectan un líquido de contraste, y trás esperar, por lo menos una hora para que el líquido haga su función, y después de beber entre uno y dos litros de agua, te tiendes en una camilla, para que una especie de tubo te examine de abajo a arriba y de arriba abajo.
Esta prueba en concreto, la hice vestida, y generalmente, te tienes que mover lo mínimo, ya que estos aparatos van sacando imágenes.
Ecografía abdominal. Aquí si es necesario el ayuno, 6 horas. Pero no tiene más complicación, es una ecografía sobre la zona abdominal. O sea, desnuda de cintura para arriba.
Resonancia magnética mamaria. En ayuno, 4 horas. Te inyectan un suero, que se mantiene en el brazo mientras dura la prueba y que también debe llevar algún líquido de contraste. En este caso te tiendes en una camilla boca abajo, con los pechos introducidos en unas cavidades.
Esta prueba no tiene mayor complicación, si bien hay personas a las que parece que les produce claustrofobia.
Además como hace algunos ruidos bastante fuertes, te dan unos cascos para atenuar.
Mi consejo es ponerse lo más cómodo posible, y esperar que pasen el cuarto de hora o veinte minutos que puede durar.
También están los análisis de sangre que el doctor me prescribe, en los que señala lo que necesita, tanto para la intervenión como para su información.
Electrocardiograma. Para la intervención. Nada que destacar. Quien más quien menos ya ha pasado por esto y no tiene secretos. Te ponen unas ventositas y te miran como vamos de corazón y otros datos necesarios para la intervención.
Placa de tórax. Radiografía del tronco.
Cuando ya tenemos todo, y ya se decide el día de la intervención, el mismo día o anterior, se realiza la última prueba, que es la localización del ganglio centinela, o sea la Linfogammagrafia, para lo cual también te inyectan un líquido, esta vez en el pecho, creo que en el mismo tumor, para ver después también en imágen el ganglio en el que drena el tumor. El líquido contiene material radioactivo pero de muy baja intensidad que según las explicaciones que me dieron resulta totalmente inócuo, y puede necesitar, dependiendo de la persona, entre una y cuatro horas para "activarse". En mi caso hubo suerte y a la hora y media el líquido ya se había situado.
En esta última prueba que también realizas desnuda de cintura para arriba, te colocan de pie, delante de un aparato para localizar el ganglio, que una vez visto, te lo marcan con rotulador en la piel, para que en quirófano, cuando extirpen el tumor, extraigan también el ganglio, o ganglios que se encuentren en la zona marcada. A mí en concreto me extrajeron 3.
Para quien sea nuevo en ésto, yo le aconsejaría tranquilidad. Las pruebas, no son dolorosas, y en la mayoría de casos, ni molestas.

INTERVENCIÓN QUIRÚRJICA.

El martes 23/09, fue el día que pasé por quirófano. Ese mismo día por la mañana me habían practicado la linfogammagrafía y por la tarde sobre las 14:00 tenía que estar en el hospital para la intervención.

Recuerdo más el tiempo de espera en el vestíbulo de la clínica, que el resto.

A partir del momento en que me dirigieron a la habitación, todo fue muy rápido. Me colocaron en una camilla, me llevaron a quirófano (16:00 más o menos), y me pusieron el suero a través del cual me administraron la anestesia (total).

Me avisaron que empezaría a sentir como un mareo, recuerdo que entró el doctor (patología mamaria), me saludó y me preguntó como estaba. Le dije que estaba un poco mareada y ya no recuerdo nada más.

Ya solo recuerdo cuando el mismo "enfermero" (espero no cambiarle la profesión a nadie) que me había puesto el suero, me estaba llamando, "Àngels..., Àngels..., despierta...," y me llevaron de nuevo a la habitación, donde tenía a mi familia esperando.

El doctor ya había hablado con ellos por teléfono para decirles que todo había ido muy bien.

Ese mismo día, me desperté bastante bien de la anestesia, no pude probar bocado, claro (es lo que más sufrí).

A la mañana siguiente, vino a verme el doctor (era fiesta en Barcelona, la Mercé), se lo agradezco. Me dijo que había ido todo muy bien, que ese mismo día me podrían quitar los calmantes, y que sólo me los administrarían en el caso que yo los pidiera.

Ese mismo día también, ya me quitaron el suero, y comí y cené sólido. Aparte, me pegué algún paseíto por la planta, con mi "mochilita" (el drenaje).

El jueves fué un día de espera en el hospital, comiendo con normalidad, paseándome por la planta, etc...

El viernes por la mañana vino el doctor, me quitó el drenaje, y me dijo que podía ir para casa en cuanto quisiera. Bueno, pues no tardé nada.

La semana siguiente la pasé en casa de mis suegros con Xavi, ya que ellos también viven en Barcelona. Mi madre, a quien también le hubiera gustado tenerme en casa, vive en Mataró, y me hubiera tenido que estar desplazando constantemente para las visitas a la consulta.

De todos modos, estaba tan bien, que sólo pasé esa semana; la siguiente, ya la pasé en casa.

En todo el tiempo transcurrido desde que salí del hospital, me he encontrado muy bien, y la única molestia que tenía era en el brazo y la axila. Esta molestia que todavía no ha desaparecido, va remitiendo con el paso de los días.

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