El martes 21/10 fuí al radioterapeuta.
Me atendieron dos doctores.
Igual que había hecho el oncólogo, me abrieron historial clínico, o sea, que vuelven a repasar toda mi vida médica.
Me explican en que consiste la radioterapia, y me dicen que mi tumor tiene muy buen pronóstico, por haber sido positivo a los receptores de estrógenos y de progesterona y negativo en el Her-2-neu. Qué ésto propicia la aplicación de tratamiento hormonal.
Yo les digo, "ya, pero a mí lo del tratamiento hormonal durante 5 años me fastidia un poquito", y me dicen "bah! eso no es nada, es una pastillita que hay que tomarse cada día". Y yo pienso "Ya, ya...!, pero a mi me han dicho que corro el riesgo de padecer un cáncer en la matriz". Y ya me dirás, te quitas un cáncer para meterte en la posibilidad de uno nuevo. En fín, paradojas...
Me miran la cicatriz de la zona operada, y la ven muy bien.
Me dicen que debo volver antes de empezar la última sesión de quimio, para empezar a planificar las sesiones de radioterapia, que consistirán en 25, a realizar en 5 semanas. Cada semana haremos una sesión cada día laborable de lunes a viernes. El sábado y domingo me dejarán descansar.
Les comento que me han recomendado una crema para utilizar durante la radioterapia (de hecho, me indicaron que la utilizara antes de empezar), y me dicen que sí, incluso me recomiendan ellos una y un jabón, cuyo contenido esencial es Aloe Vera. Les comento que estoy utilizando la crema de Rosa mosqueta, y me dicen que ya la puedo dejar, pero mi cicatriz todavía está ahí.
He de decir que los dos doctores resultaron ser personas extremadamente amables y cordiales.
jueves, 23 de octubre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario